La Silene tomentosa es una planta poco conocida. No es flora fácil de identificar, de hecho, trás algunas identificaciones dudosas en el Peñón de Gibraltar, al final se pudo corroborar su presencia en la década de 1980 en ese mismo lugar. Es a partir de aquí cuando se decidió empezar un programa para la recuperación de esta especie. Podemos considerarla una flor de la Andalucía Occidental, concretamente de Cádiz.
Para empezar un programa como este, primero se tienen que cultivar en algún sitio controlado, en este caso se hizo en el Jardín Botánico de Gibraltar. Hoy en día sigue teniendo factores de amenaza como el bajo número de individuos, la escasa plasticidad ecológica y el sobrepastoreo.