Las amapolas son muy apreciadas en regiones como la del Amazonas, donde se cultivan con usos medicinales, además son hierbas anuales, es decir, que durante el transcurso de un año germinan, crecen, florecen y fructifican. Por ello entendemos que esta planta tiene características muy especiales que la hacen además de conocida, interesante.
Floración: una de sus características más especiales y conocidas es su floración, que gracias a su color rojo escarlata, anaranjado o blanco, embellece campos y cualquier jardín en el que se plante, ya que es una planta decorativa preciosa.
Componentes activos: las amapolas contienen glucósidos (antocianina) y alcaloides (rheadina) que tienen propiedades sedantes, estos compuestos tienen propiedades que crean un efecto en el organismo humano.
Usos medicinales: las propiedades de la amapola son conocidas y utilizadas en muchas partes del mundo como planta medicinal o para crear medicamentos a partir de sus componentes, en este caso sobre el sistema nervioso. Son utilizados para enfermedades como el insomnio, depresión o ansiedad.
También podremos encontrar una variante de las amapolas, la Papaver somniferum, con la que se obtiene opio, morfina y heroína, drogas caras y peligrosas.
Usos culinarios: sus semillas actualmente son muy conocidas y demandadas para elaborar panes artesanales, siropes y bebidas no alcohólicas, además sus hojas frescas, siempre recogidas antes de la floración, se utilizan para consumir en ensalada, una vez hervidas con agua y sal.
Pero hay algunas partes de la planta que no deberemos consumir a no ser que queramos acabar con dolor de estómago o somnolencia. La savia, los pétalos y las cápsulas de las semillas tienen en su composición la rhoeadina, que como comentamos anteriormente, tiene efectos ligeramente sedantes.