Cuidados de la lavanda
La lavanda es una planta aromática muy popular, por sus características y propiedades. Si queremos que florezca abundantemente y tenga un buen aspecto, es importante que tengamos en cuenta algunos cuidados básicos.
Lugar
La lavanda necesita un lugar soleado, con una temperatura cálida, aunque sin pasarse, para no dañarla. Es recomendable evitar los lugares donde haya mucha humedad, ya que puede provocar la aparición de enfermedades en la planta.
Riego
El riego debe ser moderado, sobre todo en invierno. No hay que excederse, para evitar encharcamientos. En primavera y verano hay que aumentar un poco la cantidad de agua, siempre de forma controlada, para evitar la sequía. La mejor forma de saber si hay que regar es pinchar con el dedo unos 3 cm en el suelo para ver si está húmedo.
Abonado
La lavanda necesita un abonado especial para su óptimo desarrollo. Se debe aplicar cada 15 días con un abono líquido, para mejorar la floración y la planta en general. Es importante no excederse con el abonado, para no dañar la lavanda.
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Poda
La poda de la lavanda se debe realizar después de la floración, para evitar que la planta se vuelva débil. Se debe cortar la parte superior de la planta, dejando unos 4-5 cm de la parte superior. Además, es importante eliminar las ramas secas, para evitar la propagación de enfermedades.
Plagas y enfermedades
Las plagas más comunes en la lavanda son las cochinillas, los pulgones y los ácaros. Para evitar estas plagas, hay que mantener la planta bien limpia y controlar el riego. Si la lavanda está afectada, se pueden usar insecticidas especiales para eliminar las plagas.
Las enfermedades más comunes son el oídio, el moho y la pudrición de la raíz. Estas enfermedades se deben a un exceso de humedad y calor. Por lo tanto, hay que controlar el riego y el lugar donde se planta la lavanda.
Consejos para una lavanda saludable
- Plantar la lavanda en un lugar soleado, con buena ventilación.
- Regar de forma moderada, para evitar encharcamientos.
- Abonar cada 15 días con un abono líquido especial para lavanda.
- Podar la lavanda después de la floración.
- Eliminar las ramas secas para evitar enfermedades.
- Usar insecticidas especiales para las plagas.
Siguiendo estos sencillos consejos, tendremos una lavanda saludable y con un buen aspecto.